El Apple Watch no es el único reloj inteligente del mercado. Los hay incluso sin pantalla digital.
La tecnología ha revolucionado también algo tan tradicional como un reloj. La llegada del Apple Watch puso patas arriba la industria, y pronto salieron competidores como Samsung, Xiaomi o Huawei. Pero estos relojes inteligentes (smartwatches) tienen como característica diferenciadora el uso de una pantalla para mostrar sus funciones, que van mucho más allá de la hora (algo que queda en un segundo plano). Son, en realidad, la miniaturización de un móvil o una tableta, aunque con forma de reloj.
La propuesta de Kronaby recupera el reloj tradicional, pero dotado de tecnología smart. Los relojes de la marca sueca son absolutamente normales a simple vista, pero se conectan vía Bluetooth con nuestro smartphone, donde una app específica amplía el abanico de opciones: ajuste automático de la hora según la zona horaria en que nos encontremos, notificaciones, rechazo de llamadas entrantes con un toque, alarma silenciosa (solo la nota quien lleva puesto el reloj), control remoto de la cámara y de las funciones de reproducción de música o un sistema para almacenar lugares de interés en un mapa. Las funciones, además, se pueden configurar de manera personalizada a través de su integración con IFTTT (If This, Then That), una plataforma que permite crear “recetas”: órdenes que configuran los dispositivos para que actúen de determinada manera ante un evento. Esto abre las puertas a infinidad de funciones, todas ellas configurables desde la app del reloj.
Estos relojes conectados, además, aseguran una duración de la batería de hasta dos años, frente a los smartwatches, en los que dura apenas un día. En realidad, son productos para diferentes públicos: mientras que un Apple Watch se enfoca a personas muy ‘techies’, un Kronaby se dirige a un público que desea llevar en su muñeca un reloj tradicional, cuyo objetivo es dar la hora, pero sin renunciar a características tecnológicas que refuercen su valor y posibilidades. Los relojes de Kronaby, además, no renuncian al diseño y se presentan en 4 modelos: Apex, Sekel, Nord y Carat. El precio oscila entre los 345 y los 625 euros, dependiendo del material de cada reloj, dado que las funciones digitales son las mismas para todos los modelos.
Kronaby es una marca de Anima, una compañía sueca con sede el Malmö especializada en crear productos conectados. Son dispositivos tradicionales (desde un frigorífico hasta una silla) dotados de posibilidades digitales, y se enmarcan generalmente en el llamado “Internet de las Cosas”, una tendencia tecnológica que crecerá de manera exponencial durante los próximos dos años, hasta superar los 20.000 millones de dispositivos en 2020, según varias consultoras.
Fuente: Influencers.
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