Este año me quedo con las ganas de visitar París, porque he descubierto hace bien poco un maravilloso mercado de angüedades de esas que tanto me gustan a mí, de esas tan originales.
Para el afortunado o afortunada que pueda ir, aquí les dejo una reseña, no olvidéis traerme un planeta hecho de maché o de lata…
El Marché de Saint-Ouen es uno de los mercadillos con más encanto y carácter de toda Francia. Su variedad es inmensa: ropa, muebles, juguetes, discos, instrumentos, libros…, y está compuesto por diferentes mercados. Su visita es obligada para los amantes de las piezas vintage y las antigüedades. Encontrarás grandes oportunidades y objetos únicos en un ambiente bohemio y melancólico.
El curioso nombre de Mercado de Pulgas fue otorgado de forma despectiva por la burguesía parisina de la época debido a los rumores de que los bienes allí vendidos se encontraban infestados de estos y otros parásitos. Curiosamente, el nombre se exportó y actualmente se utiliza para denominar cualquier mercado de bienes de segunda mano.
Se puede visitar los sábados de 9:00 a.m. a 6:00 p.m., domingos de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. y lunes de 11:00 a.m. a 6:00 p.m
Dirección: Les Puces de Saint-Ouen, Saint-Ouen, París.
Cómo llegar:
• Metro: línea 4 (Porte de Clignancourt) o línea 13 (Garibaldi).
Frente a la avalancha de visitas a monumentos y lugares turísticos que uno se encuentra cuando visita la capital francesa por primera vez, siempre conviene tener en la recámara algún plan alternativo un poco más ligerito. Por ejemplo, para hacer algo tan parisino como ir de compras, pero en un lugar un tanto especial: el Mercado de las Pulgas de París (Marché aux Puces en francés).
Este mercado de mercadillos -pues realmente se trata de nada menos que 15 mercados repartidos por un conglomerado de callejones a un corto paseo desde la salida del metro de Porte de Clignancourt- es el mayor mercado de pulgas de Europa, y es más: fue quien les dio tan curioso nombre a este tipo de rastros o mercados callejeros.
¡No te lo pierdas!
Uno de los mercados que componen el Mercado de las Pulgas.
Un Mercado de las Pulgas (literalmente)
Cuentan que lo de la denominación de “mercado de pulgas” viene de finales del XIX, cuando unos cuantos comerciantesdedicados al mercadeo de objetos de lo más variopinto (y no siempre de procedencia legal) se fueron juntando, como quien no quiere la cosa, en esta zona periférica de París que era entonces la localidad de Saint Ouen; un lugar no muy recomendable pero que les evitaba pagar los impuestos que requería la ciudad para poder vender en la zona interior de la muralla.
Les Puces de Saint-Ouen no fue bien visto por la burguesía de la época, que miraba con desdén a quienes acudían allí y pronto hizo correr el rumor de que la mercancía que en él se encontraba estaba plagada de pulgas (como pulgosos eran los que la vendían).
Más allá de estas historias de veracidad dudosa, lo cierto es que el mercado se quedó con ese nombre y a día de hoy seguramente te responderán más parisinos si les preguntas por su Marché aux Puces que si les preguntas por el Marché de Saint-Ouen, que es su nombre oficial.
Compras en el Mercado de las Pulgas: ¿qué encontraré allí?
Como suele suceder con todos estos lugares de orígenes más bien vulgares, más de un siglo después de su nacimiento el Mercado de las Pulgas se ha transformado en ese cierto tipo de mercado callejero entre bohemio y glamouroso que cumple así con los típicos tópicos parisinos.
El barrio que rodea al Mercado de las Pulgas de París sigue sin ser hoy, precisamente, un dechado de glamour y buen gusto pero lo cierto es que tiene su aquel, y sin duda el mercado ha contribuido desde hace décadas a incrementar sus visitas.
Mercado de las Pulgas.
Turistas cámara en mano, amantes del arte y de las antigüedades, coleccionistas,mochileros y famosos se codean entre los interminables puestos del Marché aux Puces en busca de algún tesoro.
Y es que en el Mercado de las Pulgas se venden desde discos y libros usados a trajes de época, obras de arte, objetos decorativos y muebles (en este campo se pueden encontrar verdaderas joyas, aunque no muy económicas), ropa vintage, bolsos de grandes firmas de segunda mano (pero no esperes encontrar un 2.55 de Chanel a 20 €, saben muy bien lo que venden), viejas radios y televisores, juguetes y muñecas antiguas… la lista es interminable.
Recuerda que en realidad estamos hablando de varios mercados en uno, y es difícil abarcarlos todos en una sola visita. Descubre debajo cuáles son los mejores y qué se vende en cada uno para que puedas ser selectivo en caso de que busques algo en concreto.
Si no es tu caso, nuestro consejo es que, simplemente, te dejes llevar entre los puestos o pasees por la calle principal, la Rue des Rosiers 🙂
- Si buscas antigüedades y piezas de coleccionista, puedes dejarte caer por el selecto Marché Biron (lleno de anticuarios de precios astronómicos) y el algo más popular Marché Jules Vallès. El Marché Vernaison está dedicado asimismo a la venta de objetos antiguos.
- Tampoco debes perderte el Marché Antica, el Marché Malassis y el Marché Le Passage, dedicados a la decoración y objetos varios, o el Marché Cambo y el Marché de l’Entrepôt, donde encontrarás muebles de gran tamaño (un poco difícil llevártelos en la maleta, pero si te gusta la decoración disfrutarás solo curioseando).
- Para comprar ropa los mejores son el Marché Malik y el Marché des Rues, y por supuesto el Marché Dauphine, uno de nuestros espacios favoritos dentro del Mercado de las Pulgas. Se trata de la zona más espaciosa y cómoda de visitar, pues se compone por varias tiendas ubicadas en amplios locales distribuidos en una galería dividida en dos pisos, en los que encontrarás un poco de todo, y en especial, ropa de grandes firmas del diseño francés.
Consejos para la visita
Pipas en una tienda del Mercado de las Pulgas.
Si decides visitar el Mercado de las Pulgas, debes utilizar el metro hasta la estación Porte de Clignancourt: al salir de la estación debes pasar bajo el Bulevar Periférico de París y lo primero que encontrarás será una sucesión de puestos de ropa de imitación y una gran cantidad de tiendas de zapatillas de deporte: no te dejes engañar, esto no es el Mercado de las Pulgas, sino más bien una trampa para turistas que a veces se dan medio vuelta decepcionados al pensar que esto es el famoso mercado.
Sigue caminando hasta que pases todos los puestos y pronto llegarás al verdadero Marché aux Puces: te aseguramos que sabrás reconocerlo.
Aunque los lunes (único día entre semana en que abre el mercado) hay menos gente, algunas tiendas y puestos permanecen cerrados. Los sábados y domingos, por el contrario, hay mucho ambiente y están abiertos todos los puestos, pero la afluencia de visitantes es bastante alta.
Entonces, ¿merece la pena visitar el Mercado de las Pulgas? Sí, sin duda merece la pena, aunque al estar alejado del centro te llevará una mañana verlo sin prisas.
Fuente: idealista.com y Nómadas.com
Para decir la verdad, el mercado es un agrupamiento de 15 mas pequenos mercados formado por interminables casetas y comercios de basura extendido sobre mas de siete hectareas de terreno. Lo que mas nos llamo la atencion a nuestra llegada es la pura diversidad: la cantidad de articulos que encontramos y la gente que conocimos era casi mareante. Hablando de presupuesto, los articulos iban de 1 para un cepillo de dientes hasta 30,000 para una butaca, lo que muestra que hay algo para todo el mundo. Se encuentra directamente al limite entre Paris Norte y las afueras, facil de acceso con el Metro Linea 4, parando en la Puerta de Clignancourt. Saint-Ouen es famoso gracias a sus adorables antiguos mercados que se parecen a villas y cuyo fondo sirvieron a peliculas como Midnight en Paris de Woody Allen y Zazie Dans Le Metro de Louis Malle. Pero no todo es romantico y pasado de moda. De hecho, en los primeros 200 metros despues de la salida de la estacion de metro, asistimos a una competicion salvaje entre chicos tratando de vender perfumes falsos y todo tipo de articulos de segunda mano (casi nos metimos en un problema serio tratando de tomarles fotos). Es preferible evitar sus ofertas dudosas y esperar de llegar al verdadero mercado.